Se llevó adelante el 10° Festival de Teatro que organizan en conjunto el IUPA y FCP, un verdadero espacio para la producción artística y el aprendizaje.
En pos de seguir generando las condiciones óptimas para el desarrollo de la actividad teatral, se realizó en Roca el 10° Festival Nacional de Teatro organizado por el Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA) y Fundación Cultural Patagonia (FCP).
Las actividades se desarrollaron entre el 24 y el 27 de agosto. Se presentaron cinco obras, dos conversatorios y otras actividades vinculadas al quehacer escénico.
Las actividades se desarrollaron en un marco de presencialidad absoluta, luego de las últimas ediciones que contaron con un formato híbrido por el contexto de pandemia. Fue una edición particular, ya que por primera vez en la historia del festival los estudiantes de cuarto año presentaron una producción artística.
“Los festivales son instancias de encuentro donde confluyen artistas de diferentes lugares y donde existe la posibilidad de generar propuestas tanto artísticas como pedagógicas acompañados de los conversatorios, los seminarios y las instancias de montaje. Los estudiantes además de ver lo que pasa a nivel artístico, saben cómo logran alcanzar esas metas o los objetivos de propuesta final.
Silvana Calicchia, directora del Departamento de Arte Dramático del IUPA y co organizadora del Festival.
El festival reunió el trabajo mancomunado de la comunidad educativa y artística. “Tiene como un año de planificación. El trabajo que se va haciendo siempre busca superar a la edición anterior y cumplimentar algo de lo que no ven el el transcurso de la formación académica”, amplió Calicchia.
Poder solventar económicamente a los artistas que vienen con sus propuestas representa cubrir costos del ámbito de la producción: traslados, alojamientos y comidas.
El mentor
“El festival nació de la mano de nuestro mentor Mauricio Kartun, que no me canso de destacar su acompañamiento en esta locura que significa organizar un festival al sur de la Patagonia”, destacó Calicchia.
En diálogo con el maestro Mauricio Kartún, sostuvo que “en este festival en particular las posibilidades pedagógicas que tiene el espacio organizador, se muestra como modelo formador, como modelo de gestión; y por otro lado tiene una fuerza centrípeta, que es lo que entra, que son espectáculos, que al llegar a esa plaza, a ese lugar, hagan con ellos modelos estéticos, desafíos, preguntas, nuevas maneras de pensar”.
Un festival siempre es una energía creativa, yo creo que el Festival debería estar instalado en cada una de las plazas donde se produce la formación. Es la manera de romper el cascarón, de salir.
Mauricio Kartún, Dramaturgo