Recordamos el nacimiento del Dr. Norberto Tilo Rajneri, un luchador incansable por la cultura, cuyo legado permanecerá por siempre.
El Dr. Norberto “Tilo” Rajneri nació un 30 de noviembre de 1930 en Roca, siendo el menor de siete hermanos. Su padre, Fernando, fue el fundador del Diario Río Negro, primer periódico de la Patagonia. La visión de futuro corría por la sangre de Tilo desde muy joven y eso lo impulsó a generar cambios en la sociedad.
Tilo cursó la Primaria en la Escuela N°42 y la Secundaria en el Instituto Incorporado del Alto Valle, luego Colegio Nacional, el primer secundario de Roca, y es ahí donde inicia su camino en la militancia, que muchos años después recordaría: “Siendo alumno de 3° Año, con 16 años, integro la comisión que viaja a Buenos Aires para conseguir la oficialización del Colegio Nacional. La misma nos fue confirmada en entrevista con el entonces Presidente Perón. Esta gesta, hasta insolente por jóvenes, marca mi destino como educador: los profesores que habían brindado su esfuerzo sin recompensa monetaria, son cesanteados y obtengo mi título de Bachiller con docentes que cobran un sueldo y tienen ideas distintas a las anteriores. Eso, a lo largo de la historia, me conmina a hacer algo para devolver la generosidad de mis primeros profesores”.
Una experiencia que sería definitoria en su vida y se convertiría en el puntapié inicial de un camino único a recorrer, un trayecto que lo diferenciaría y lo llevaría a cambiar este lugar del planeta.
La Universidad Nacional de La Plata lo tendría como alumno en la carrera de Derecho. Durante esos años también sería un militante destacado, oponiéndose a la enseñanza totalitaria del gobierno peronista y abogando por un cambio. “Los reformistas éramos conscientes de que la dictadura era circunstancial y de que llegaría la oportunidad de reparar el daño que el despotismo universitario que nos tocó en esa década infligía”, recordaría tiempo después.
Su amplia militancia lo llevó del Centro de Estudiantes a la Federación Universitaria Argentina de la que alcanzó la Presidencia en 1956. Nueve detenciones y dos oportunidades en las que fue expulsado de la Universidad, entre numerosas luchas, no lo asustaron y en octubre de 1957 obtiene su título como Abogado.
Luego de su graduación, regresa a Roca y desarrolla su vocación docente en colegios secundarios, y en el Instituto de Servicio Social, dependiente de la Universidad Nacional del Comahue (UNCO). Entre sus méritos, fue parte de la creación del Sindicato Obrero de la Fruta, ya que había trabajado como obrero en su época de estudiante; y cofundador de la Unión Cívica Radical de Río Negro y de la Unión Cívica Radical del Pueblo. En 1963 fue designado como Ministro de Asuntos Sociales en la gobernación de Carlos Nielsen y la presidencia de Arturo Illia, siendo el integrante más joven del gabinete.
A estas actividades, Tilo sumó su pasión por el periodismo, que se remontaba a sus años como estudiante universitario, cuando dirigió el periódico “Renovación” de la Federación Universitaria de La Plata. Fue Director del semanario “Río Negro”, fundado por su padre, y junto a su familia logró transformarlo en diario en 1958, enfrentando todas las dificultades que implicaban la edición diaria de un matutino.
Su familia lo acompañó siempre en su gesta, y tanto su mujer, Carmen Loguercio, como sus hijos Mónica y Norberto, actual Presidente de Fundación Cultural Patagonia, fueron parte de cada uno de sus proyectos, al igual que hermanos, amigos y vecinos, a quienes convencía y alentaba a que lo siguieran. Como bien recuerdan sus amigos: “Poseía el don de abrazarte con las palabras, era un artista de los vocablos”.
A lo largo de su extensa trayectoria, recibió numerosos galardones y escribió ocho libros de novela, ensayos y poesía. Su luz se apagó en agosto de 2013, pero su legado sobrevuela la tierra por siempre.